Juego y materiales

Nuestra escultura de espaguetis y macarrones; cuando nos cansamos de enhebrar, dedicamos un buen rato a hacerlos rodar soplando.

De momento no nos han hecho gran falta juguetes ruidosos de colorines, con mecanismos complicados e inaccesibles. Nos vamos apañando con cosinas sencillas, algunas (pocas...) nuevas, otras heredadas, reutilizadas, rescatadas del cuarto de un niño que ha crecido, de una cocina que ha renovado sus enseres, del fondo de un armario...; gran parte de ellas no han sido concebidas con la idea de que los niños las utilicen para jugar: cucharas de madera, acogedores bolsos usados, cajitas metálicas, intrigantes artilugios que en su día pudieron servir para masajear la espalda, cestas de mimbre o instrumentos musicales. Otras son clásicos que nunca fallan, como cuentos, libros con imágenes, pelotas o gruas de madera.

Algunos de nuestros materiales fueron recolectados durante paseos por el bosque o por la playa: castañas, piedras transparentes, bicolores, azuladas, verdosas... redondeadas, palos extrañamente retorcidos, semillas, arena...

También pasamos nuestros buenos ratos con la comida, y no solamente para alimentarnos: unos simples macarrones dan mucho de sí, ruedan y tienen la estimulante cualidad de poder ser enhebrados; mezclamos y amasamos harina y agua, exprimimos naranjas, espachurramos y comemos trocitos de fruta madura...

El agua y todas las cosas que pasan con ella nos intrigan bastante también, como por ejemplo la espuma que se forma al añadirle jabón, el hecho de que algunas cosas floten y otras no, o la tarea de trasvasarla de un recipiente a otro. Ah...! y también regamos las plantas con nuestro caracol Chin.

Con la pintura de dedos siempre nos divertimos, pero especialmente cuando además del papel, la tela o el cartón, utilizamos como soporte nuestras manos, brazos, pies, piernas, etc. ¡Menos mal que con un poco de agua se limpia fácilmente!

Gracias a que algunos ya tenemos una cierta edad, contamos con unos curiosos objetos, más bien reliquias: las cintas de cassette; pasamos mucho tiempo jugando con ellas, ya que ofrecen un montón de posibilidades: las metemos y sacamos de sus cajas, las apilamos y alineamos, escuchamos el sonido que producen al agitarlas, experimentamos con los contrapesos colocando algunas de ellas en la tapa y observando en qué momento se vence hacia atras... Y, de paso, aprendemos a tratarlas con cuidado, pues nos damos cuenta de su fragilidad...

Como nos gusta reutilizar materiales, hemos ido "reclutando" cajas de cartón de diferentes tamaños y con ellas nos hemos puesto a construir elementos que resulten interesantes para los pequeños; hasta el momento hemos fabricado una cocinita, un acuario, varios árboles que irán cambiando de aspecto según avancen las estaciones... También están en proyecto un teatrillo, un barco (pirata, claro), un estelario... ¡y cualquier cosa que se nos vaya ocurriendo! Y el último descubrimiento ha sido el protector de plástico acolchado en el que nos han enviado un ordenador nuevo, un material muy versátil que ofrece muchas posibilidades: se puede usar como butaca para hojear cuentos, como caballito, ¡hasta como xilófono!