Carácter educativo/carácter asistencial
Siempre me ha llamado la atención la disyuntiva que tan a menudo se establece entre el carácter asistencial y el carácter educativo de la etapa que va desde los cero hasta los tres años; en primer lugar porque me parece que de alguna manera, contraponer ambos términos significa restar importancia a los cuidados (“lo asistencial”) frente a lo “específicamente educativo” (¿qué es lo específicamente educativo cuando hablamos de niños en edad tan tierna?). En segundo lugar, porque en el caso de los niños pequeños no concibo una cosa separada de la otra; de hecho, durante los primeros años de vida más que en ninguna otra etapa, pienso que realmente cuidar es educar y, por tanto, otorgar carácter educativo a la escuela infantil es asegurarse de que la formación, la vocación y el número de personas que se ocupan de los bebés sea suficiente para cubrir de manera satisfactoria y amorosa sus necesidades básicas.
Esa atención sostenida les hace tomar conciencia de su propio cuerpo, de sus sensaciones y emociones, y a través de esta vivencia física, sensorial y emocional, comenzar a captar el mundo exterior, con sus objetos, con las personas que les rodean y sus relaciones. La confianza que les da sentirse cuidados, protegidos y queridos les permitirá explorar sin miedo a equivocarse, con independencia y seguridad, disfrutando y, en conclusión, aprendiendo, e ir adquiriendo de manera natural y sencilla los hábitos de autonomía que correspondan al momento en que se encuentran¿Y acaso educar, en esta etapa, es otra cosa?